EL    DÍA    QUE    LOS    CRAYONES   RENUNCIARON 

Drew Daywalt. Ilustraciones de Oliver Jeffers.

Un día, en la escuela, cuando Duncan va a sacar sus lápices para dibujar, se encuentra una pila de cartas dirigidas a él. Eran sus crayones que, comprometidos con el oficio del dibujo, y  nada contentos con la forma en la que Duncan los hace trabajar decidieron escribir cartas para expresar sus quejas. Crayón Beige está cansado de ser el segundón del crayón marrón y de que Duncan solo lo use para pintar cosas aburridas como el trigo; Crayón Negro quiere ser usado para algo más que los contornos de cosas que por dentro pinta de otros colores.; y el Naranja y el Amarillo han terminado su amistad  porque ambos sienten que deberían ser el color del sol. El crayón verde  felicita a Duncan por su gran labor en el coloreado de cocodrilos, dinosaurios, ranas y árboles. El rojo sufre estrés y se lamenta de que le haga trabajar más duro que a los demás. El rosa, por el contrario, recrimina a Duncan que no lo haya usado ni una sola vez. ¿Qué piensa? ¿Que el rosa solo es un color para niñas? El pobre Duncan sólo quería que sus crayones fueran felices. ¿De qué forma podrá resolver el problema?